¿A que tribu pertenece tu equipo?

¿Recuerdas la última reunión masiva a la que acudiste? ¿Te sentaste siguiendo un estricto orden organizacional? ¿O fue más bien algo orgánico?¿Buscaste algún lugar donde te encontrabas protegido? Posiblemente lo encontraste junto a las personas con las que más cómodo te encontrabas.

De ser así te sentaste junto a tu tribu.

Y como tu, el resto de los participantes…

Y es que en el fondo, una organización es un grupo de personas y recursos que alguien intenta ordenar infructuosamente.

Es cierto, exagero, pero detrás de la estructura organizada de una empresa siempre hay una red informal que no siempre opera siguiendo el orden deseado. Una pelea continua entre el Responsable de Organización de la empresa y la realidad.

Si quieres gestionar adecuadamente una organización, necesitas entender como funcionan todas esas organizaciones no «oficiales» que hay dentro de tu empresa.

Liderazgo tribal

Un acercamiento a la idea de tribu viene dado por el libro «Tribal Leadership» de Dave Logan, John King & Halee Fischer-Wright.

Empresas y organizaciones crean unidades de negocio, divisiones, departamentos, equipos, áreas, negociados… que luego se complican cuando la realidad además crea otro tipo de agrupaciones como grupos, clanes… un tema del que ya he hablado anteriormente.

ageratum houstonianum (ageratum mexicanum)

El hecho es que mirar a una organización (del siglo XXI, XX o XIX, da igual) únicamente a través de su organigrama es algo así como pretender ver un ecosistema completo a través de la notación científica de Linneo. Útil, pero pobre.

Lo que nos aglutina

Las estructuras oficiales existen, por supuesto, pero están centradas en la existencia de una sola de las palancas de poder que existen: la legitimidad.

Existen otras que son tan potentes (o más) y que no figuran en los organigramas de las empresas. Nunca nos aglutinamos únicamente teniendo en cuenta la cajita en la que se nos ha ordenado «vivir» en la empresa. Lo hacemos buscando a aquellos que piensan como nosotros, esto es lo que realmente define la maraña de redes que figuran detrás de ese organigrama.

En ocasiones recorremos el camino contrario y es el grupo en el que vivimos el que define nuestra manera de entender el trabajo. Entonces nos adaptamos y adoptamos la forma de pensar de nuestra tribu, sus costumbres, su lenguaje…

Cuando realicé el Servicio Militar vi asombrado como mis compañeros adoptaron sin dudar los ritos, formas de ver el mundo y formas de hablar del nuevo entorno. Costumbres y lenguajes que incluso eran contrarios a su forma de ver el mundo -o al menos de actuar- fuera de ese entorno.

¿Qué tamaño tiene una tribu?

Nuestra capacidad de conocer gente tiene sus límites. El concepto de tribu que utiliza David Logan y compañía está basado en que el cerebro humano está diseñado para relacionarse aproximadamente con unas 150 personas. Lo que se viene a llamar el número de Dunbar.

Aquí tienes a Punset precisamente hablando con Robin Dunbar sobre este tema.

Partiendo de esta tesis el libro señala que dentro de las organizaciones existen tribus que oscilan entre unas 20 y 150 personas. Aquellas que tenemos en nuestra agenda de teléfonos (las que llamamos de verdad) y con las que nos saludamos en cuando los vemos, aunque sea con un somero «hola».

Una pequeña compañía es una tribu, y una gran corporación es una tribu de tribus. Por mi experiencia yo me atrevería a decir que en ocasiones incluso una pequeña empresa puede ser una tribu de tribus.

En definitiva, aunque tengas cientos de personas en tu Facebook o en tu Linkedin, tenderás a a establecer relaciones próximas solamente con un número finito de personas.

5 niveles de tribus

De momento, uno de los aspectos más fascinantes que refleja el libro es el de la existencia de 5 etapas tribales. Saber donde está la tuya es fundamental para ir moviendola hacia los siguientes estados.

  • Primer estado – «La vida es un asco«. Si tu equipo está en este estado, posiblemente lo que estás dirigiendo es una banda. Es un estado en el que afortunadamente están pocas tribus (organizaciones / empresas). Son hostiles y tienden a defenderse. Agruparse es una manera de pelear unidos contra el mundo.
  • Segundo estado – «Mi vida es un asco«. Si tu equipo pertenece a este grupo es que ya ha pasado la fase de desesperación y energía hostil hacia el mundo. Tu problema es precisamente el contrario, es que ahora tienes un grupo de personas apáticas y desganadas.
  • Tercer estado – No es un equipo, es un grupo. Está formado por electrones libres. El lema es «Soy el mejor». Comienzan a funcionar, pero todavía tienes que hacerles dar algún paso más.
  • Cuarto estado – El orgullo tribal. «Somos grandes» es el lema bajo el que se relacionan. Los equipos de alto desempeño posiblemente se encuentran aquí. Ahora bien, esa frase normalmente conlleva algún tipo de adversario. El equipo lo es en contraposición a otros.
  • Quinto estado – «La vida es genial«. El último estado en el que pocas tribus se encuentran. Su foco no está en la competición con otras tribus, sino con aquello que es posible. Precisamente por eso son capaces de crear resultados totalmente innovadores.

Puedes profundizar un poco más sobre las cinco fases tribales en este video de TedEx con David Logan.

Por mi parte no puedo estar más de acuerdo con parte de su discurso. De un modo u otro ilustra el paso de grupo a equipo, pero dotándole de lenguaje y formas de ver el mundo propias.

Las tribus son reconocibles, se las puede identificar por historias que se cuentan, por símbolos, comportamientos específicos… esto significa que dentro de cada uno de los distintos niveles existen a su vez cientos de tribus y clanes distintos. Comportamientos y lenguajes nos permiten detectar cada una de ellas.

Líderes tribales

Logan avanza sobre la idea de como movilizar estas tribus. Según él, los líderes tribales son capaces de:

  • Escuchar a las distintas culturas que existen en su tribu y de establecer conexiones entre ellas.
  • Elevar a las tribus de un nivel a otro.

Te invito a ver con otros ojos a tu entorno, descubrir que tribus conviven contigo, a cual perteneces, y a comenzar a ayudarlas para que hablen entre ellas. ¿Te atreves?

El liderazgo de hoy en día no va tanto de crear visiones, como de crear relaciones.

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