Dar feedback es un básico para tu fondo de armario como responsable de un equipo. Hacerlo es sencillo y positivo, tanto para ti, como para tu colaborador. Ahora bien, hacerlo adecuadamente no siempre es tan sencillo.

¿Qué es el feedback?

«Feedback» es un anglicismo cuya traducción -según nos indica la Fundeu (Fundación del Español Urgente)- es la siguiente:

La palabra inglesa feedback equivale en español a reacciones, comentarios, opiniones, impresiones, sensaciones, e incluso a retorno, respuestas o sugerencias. 

Para esta entrada es por tanto un comentario u opinión que realizas a tus colaboradores sobre alguno de sus comportamientos, actitudes o resultados, con la intención de corregirlos -o animarlos a continuar así-.

La finalidad de la conversación

Tal y como señalaba hace unos meses, las conversaciones de calidad son una de las piedras angulares de los grandes jefes. Conversaciones que responden a varias preguntas, entre ellas al para qué.

La finalidad última del feedback es hacer crecer y desarrollar a tus colaboradores.

Un norte necesario que evita que estas conversaciones terminen en una «charla», una bronca, una humillación pública, o simplemente un desahogo personal ante la situación.

Primero: el qué, los hechos

Un diálogo es como un camino: os va a llevar a ambos en una misma dirección. Para ello es necesario que el punto de partida sea un lugar común que no de lugar a ningún tipo de equívocos.

El lugar común en donde se ha originado tu pensamiento, tu opinión y tus necesidades son los hechos. Son indiscutibles, es el punto de anclaje más sólido que puedes encontrar para comenzar tu conversación.

Explica con claridad que ocurrió, donde, ocurrió, cuando ocurrió. Cuanto más concreto y objetivo seas, más sencillo será que la tu colaborador comprenda de donde surge tu hilo mental.

Segundo – el por qué

Después de hablar de los hechos es necesario que le expliques las consecuencias que han traído los mismos. Son conversaciones complejas y no siempre agradables, requieren energía y tiempo, de modo que si das feedback es por que existe un impacto real y destacable. Si no existe, detente un momento y piensa si es necesario mantener esta conversación.

El impacto puede ser tanto de negocio (presentar estos datos conllevan una errónea presupuestación para el año que viene), como una opinión personal (es posible que perdamos al cliente), como en tus propios sentimientos (ese comportamiento me hizo sentirme enfadado e ignorado), o en todos ellos simultáneamente.

Tercero – Para qué, la finalidad

La finalidad del feedback es la de desarrollar o animar a tu gente, pero esto es a medio o largo plazo. La de la conversación específica que vas a mantener está mucho más delimitada: necesitas que corrija algo, modifique su comportamiento, cambie su actitud… o continúe con ella.

Contarle simplemente lo que ha hecho y el efecto que genera no sirve de nada si no va acompañado de lo que quieres que modifique, de modo que no te olvides de finalizar la conversación con una petición concreta.

En resumen

Tener una estructura clara de la conversación que quieres tener, cual es su finalidad y los contenidos de la misma te ayudará a acercarte a esas conversaciones con más tranquilidad y profesionalidad.

Crea tu propia estructura y se generoso dando feedback, tu equipo te lo agradecerá.